En esta entrada os vamos a mostrar cómo se prepara una Tarta de nata y fresas que es un auténtico placer para los sentidos.
Y además es muy fácil de hacer, ya que solo hay que tener un poco de paciencia para conseguir un bizcocho esponjoso, montar la nata y añadir las fresas. ¿Cómo? ¿Qué te está entrando hambre? ¡Pues vamos a la cocina!
Ingredientes
Para el bizcocho genovés:
- 6 huevos medianos.
- 240 gramos de azúcar o su equivalente en edulcorante.
- 240 gramos de harina.
- Dos cucharadas pequeñas de extracto de vainilla.
- Una pizquita de sal.
Para el almíbar de fresa:
- 100 mililitros de agua.
- 100 gramos de azúcar.
- Un puñado de fresas.
Para el relleno:
- 400 mililitros de nata para montar (con al menos un 35% de grasa).
- Una cucharada pequeña de gelatina en polvo.
- Opcional: una cucharada de fresa liofilizada molida.
- Opcional: un par de cucharadas de kirsch.
Para la cobertura:
- 150 gramos de nata montada.
- Una cucharada pequeña de gelatina en polvo.
- Fresas al gusto.
Cómo hacer Tarta de nata y fresas
- Ponemos el horno a precalentar a 180 grados.
- Tamizamos la harina con ayuda de un colador y la reservamos.
- Forramos un molde circular de 20 centímetros de diámetro con papel de cocina.
- Echamos los huevos en un recipiente junto al azúcar y la sal y lo batimos todo con fuerza durante al menos 10 minutos. La masa tiene que quedar esponjosa y al levantar las varillas debe dejar una marca sobre la superficie.
- Cuando los huevos están montados echamos la harina y la vainilla y lo mezclamos con cuidado realizando movimientos envolventes.
- Vertimos la masa en el molde y lo metemos en el horno para que se cocine durante 20 o 25 minutos. Cuando quede poco para acabar la pinchamos ¡con un palillo, si está seco es que ya está hecho.
- Sacamos el bizcocho genovés del horno, lo dejamos reposar unos minutos y desmoldamos. Esperamos a que se atempere.
- Cuando esté bien frio lo cortamos en 3 capas, algo para lo que nos hará falta una lira o un cuchillo largo y afilado.
- Vamos a preparar el almíbar de fresa. En un cazo echamos el agua, el azúcar y las fresas cortadas en trocitos. Lo ponemos al fuego y hervimos durante 5 minutos más o menos. Cuando acabemos, lo colamos y desechamos las fresas. Reservamos.
- Ahora llega el turno de hacer el relleno de nuestro pastel. En un cuenco echamos dos cucharadas de kirsch (aunque podemos usar agua si no tenemos o no queremos) y agregamos la gelatina. Cuando esté hidratada la echamos en un cazo junto a la nata y lo calentamos para que se integren los ingredientes. A medio proceso añadimos la fresa en polvo si la vamos a usar. Todo ello sin dejar de batir.
- Introducimos la nata montada en una manga pastelera con boquilla ancha y procedemos al montaje de nuestra tarta.
- Sobre una bandeja o plato ponemos la primera capa de bizcocho y la untamos generosamente con almíbar de fresa. A continuación cogemos la manga pastelera y echamos más o menos la mitad de la nata por encima. Añade trocitos de fresa a tu gusto.
- Colocamos la segunda capa de bizcocho encima del relleno y apretamos con suavidad para que la nata se reparta mejor. La pintamos con almíbar, la rellenamos con lo que nos queda en la manga pastelera más unos trocitos de fresa.
- Finalmente, colocamos la tercera y última capa de bizcocho y la untamos con almíbar. Es necesario introducir el pastel en la nevera para que el relleno gane en consistencia. Al menos un par de horas, pero mejor si son algunas más.
- Ya solo queda por preparar la cobertura, que seguirá el mismo proceso que el relleno. Hidratamos la gelatina en agua, añadimos la nata, la montamos y metemos en la manga pastelera, esta vez con boquilla rizada. De esta forma podremos adornar la superficie de nuestro delicioso pastel.
- Rematamos con fresas enteras. Elige las que tengan un tamaño similar y un aspecto impecable. La introducimos en la nevera para que se la nata se ponga firme.
- Ya está lista nuestra receta de Tarta de nata y fresas. ¡A comer!
Si no tienes mucho tiempo o prefieres no complicarte pues comprar un bizcocho genovés ya hecho. El resultado claro está no será el mismo, pero nos puede sacar de más de un aprieto. Si vas a hacerlo así, simplemente ignora los pasos 3 al 6 de la receta. También puedes limitar las calorías del plato reduciendo la cantidad de nata o incluso eliminarla si quieres una versión más saludable. También estará riquísima.