Pocas recetas destacan tanto en una mesa como la Tarta de Colores (rainbow cake) que os traemos en la entrada de hoy.
Un postre que es mucho más sencillo de preparar de lo que parece, ya que se trata de un bizcocho normal al que se le añaden colorantes, con un sabor delicioso que hará las delicias de grandes y pequeños.
Es perfecto para cualquier evento importante, como por ejemplo un cumpleaños, una fiesta o una despedida de soltero. ¡Tus comensales se quedarán con la boca abierta!
Ingredientes
- 225 gramos de mantequilla.
- 425 gramos de harina.
- 425 gramos de azúcar.
- 355 mililitros de leche.
- 5 huevos.
- 2 cucharadas pequeñas de vainilla.
- 4 cucharadas de levadura.
- Media cucharada pequeña de sal.
- Colorante en gel: los colores exactos que hemos elegido son el red, orange, yellow, mint green, sky blue y regal purple. Pero estos nombres pueden variar dependiendo de la marca, así que escoge aquellos que más te gusten y formen un arcoíris espectacular.
Para la crema de mantequilla:
- 400 gramos de mantequilla.
- Medio vaso de leche.
- 600 gramos de azúcar glas.
Cómo hacer Tarta de colores o rainbow cake paso a paso
- Ponemos el horno a precalentar a 175 grados.
- Engrasamos media docena de moldes que usaremos para el bizcocho, que deben ser de un diámetro aproximado de 20 centímetros. Se pueden usar moldes desechables de aluminio.
- En un bol echamos la harina, la sal y la levadura. Mezclamos durante un rato y reservamos.
- A continuación, en otro recipiente batimos el azúcar con la mantequilla.
- Abrimos los huevos y nos quedamos con las claras, añadiéndolas poco a poco sin dejar de remover.
- Echamos el extracto de vainilla y mezclamos hasta que la masa esté completamente incorporada.
- Finalmente, agregamos el recipiente con la harina y medio vaso de leche. Batimos para que todos los ingredientes se integren.
- Ahora dividimos la masa en 6 partes iguales y las colocamos en boles para preparar nuestro bizcocho de arcoíris, echando dos o tres gotas de colorante en gel en cada uno de ellos. Has de tener en cuenta que el tono final no cambiará, es decir, que el color que tenga la masa será el mismo que veremos en el bizcocho.
- A continuación, ponemos la masa de colores en cada uno de los moldes que habíamos engrasado al principio.
- Los metemos en el horno y cocinamos durante 15 minutos. Dependiendo del tamaño puede que sea necesario realizar varias tandas.
- Transcurrido este tiempo, los sacamos y dejamos que se enfríen encima de una rejilla unos 10 minutos. Ya podemos desmoldarlos sin problemas.
- Mientras el bizcocho se atempera, vamos a preparar nuestra deliciosa crema de mantequilla que utilizaremos a modo de cobertura.
- En un recipiente echamos la leche, la vainilla y la mitad del azúcar. Lo batimos todo hasta que quede una pasta suave. Agregamos el azúcar restante y volvemos a batir. Si la buttercream nos ha quedado un poco seca, podemos añadir un chorrito de leche. En caso contrario, si está húmeda echaremos azúcar hasta lograr la consistencia perfecta.
- Ya tenemos la crema de mantequilla y el bizcocho frío. ¡Podemos empezar a montar la Tarta de colores o rainbow cake!
- Sobre un plato o bandeja vamos colocando capas de bizcocho en el orden del arcoíris, es decir, siguiendo el esquema del espectro de colores. Entre capa y capa extenderemos dos o tres cucharadas de crema, que además de aportar su increíble textura y sabor nos servirán para fijarlo todo.
- Finalmente, usamos lo que nos quede de la crema de mantequilla para cubrir la tarta. Podemos decorar su superficie, pero la gracia de este pastel son las lascas de bizcocho de distintos colores, así que tampoco te comas mucho la cabeza.
- Nuestra receta ya está lista y se puede disfrutar inmediatamente. En el caso de guardarse en la nevera, es necesario sacarla un rato antes de consumirla, para que así la buttercream recupere su consistencia espumosa.
El truco de conseguir unos colores vivos y brillantes es utilizar colorantes de buena calidad. Por lo demás, esta receta de Tarta de colores o rainbow cake es muy parecida a cualquier otra, destacando por la esponjosidad de su bizcocho y el increíble sabor de su relleno y cobertura de crema de mantequilla. La buttercream se puede sustituir por merengue suizo, que es algo más complicado de confeccionar, pero también tiene una textura espectacular. ¡Buen provecho!